Colorear mandalas para aliviar el estrés y la ansiedad

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El simple acto de colorear una imagen puede ser muy beneficioso para calmar una mente ajetreada. Coges unos cuantos rotuladores, y por unos instantes, te concentras en las líneas, los colores y en el relleno de un dibujo cualquiera mientras pasan los minutos y, por qué no, las horas. Una actividad que no se trata solo de un entretenimiento o un juego, sobre todo, cuando hablamos de dibujar y colorear mandalas. En sánscrito, la palabra mandala significa «círculo sagrado», que simboliza la infinidad del universo, y los círculos son un símbolo muy poderoso utilizados en casi todas las culturas como representaciones espirituales que se usan en rituales budistas e hinduistas, y que facilitan la práctica de la meditación. Pero no solo se trata de un ritual de la India, sino que vemos mandalas representados en numerosos símbolos religiosos, como en las pinturas románicas, en los rosetones góticos, en las espirales, en la arquitectura o en la naturaleza misma.

La forma del círculo principal de un mandala tiene una variedad de formas geométricas y símbolos que, a menudo, se repiten una y otra vez en patrones simétricos a través de esquemas de colores. Y, al parecer, ensimismarnos en esta tarea y concentrarnos en ese bucle de colores nos ayuda a relajarnos y a aliviar estados de estrés y ansiedad. Según un estudio publicado en el 2010 por la Revista de la Asociación Estadounidense de Terapia de Arte (AATA, por sus siglas en inglés), colorear un mandala reduce la ansiedad en un grado significativamente mayor que colorear cualquier otro diseño, ya sean cuadros u otras formas de dibujo, como colorear en un papel o pintar en un lienzo en blanco.

Colorear mandalas: una herramienta para el autoconocimiento

En Occidente, el reconocido psiquiatra Carl Gustav Jung, en su investigación sobre los mándalas, descubrió que representan el orden natural de todas las cosas y la armonía universal, por lo que comenzaría a usarlos como una potente herramienta para interpretar el inconsciente en sus terapias. Él mismo aseguraba: “sabía que al encontrar el mandala como una expresión de uno mismo, había logrado lo mejor para mí «. De este modo, y todo lo que ello implica, en el campo de la terapia a través del arte, para Elvira Gutiérrez Rodríguez, pionera en el campo de la arteterapia en España, psicoterapeuta Gestalt y doctora en Bellas Artes, dibujar y colorear mandalas es, por lo tanto, una herramienta para interpretar nuestro mundo interior y conocernos mejor. “El Mandala es una ayuda visual para alcanzar ciertos estados mentales de calma e inducir a la meditación; dibujar un mandala representa la totalidad de una persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual”, dice.

El simple acto de colorear una imagen puede ser muy beneficioso para calmar una mente ajetreada. Coges unos cuantos rotuladores, y por unos instantes, te concentras en las líneas, los colores y en el relleno de un dibujo cualquiera mientras pasan los minutos y, por qué no, las horas. Una actividad que no se trata solo de un entretenimiento o un juego, sobre todo, cuando hablamos de dibujar y colorear mandalas. En sánscrito, la palabra mandala significa «círculo sagrado», que simboliza la infinidad del universo, y los círculos son un símbolo muy poderoso utilizados en casi todas las culturas como representaciones espirituales que se usan en rituales budistas e hinduistas, y que facilitan la práctica de la meditación. Pero no solo se trata de un ritual de la India, sino que vemos mandalas representados en numerosos símbolos religiosos, como en las pinturas románicas, en los rosetones góticos, en las espirales, en la arquitectura o en la naturaleza misma.

La forma del círculo principal de un mandala tiene una variedad de formas geométricas y símbolos que, a menudo, se repiten una y otra vez en patrones simétricos a través de esquemas de colores. Y, al parecer, ensimismarnos en esta tarea y concentrarnos en ese bucle de colores nos ayuda a relajarnos y a aliviar estados de estrés y ansiedad. Según un estudio publicado en el 2010 por la Revista de la Asociación Estadounidense de Terapia de Arte (AATA, por sus siglas en inglés), colorear un mandala reduce la ansiedad en un grado significativamente mayor que colorear cualquier otro diseño, ya sean cuadros u otras formas de dibujo, como colorear en un papel o pintar en un lienzo en blanco.

Colorear mandalas una herramienta para el autoconocimiento

En Occidente, el reconocido psiquiatra Carl Gustav Jung, en su investigación sobre los mándalas, descubrió que representan el orden natural de todas las cosas y la armonía universal, por lo que comenzaría a usarlos como una potente herramienta para interpretar el inconsciente en sus terapias. Él mismo aseguraba: “sabía que al encontrar el mandala como una expresión de uno mismo, había logrado lo mejor para mí «. De este modo, y todo lo que ello implica, en el campo de la terapia a través del arte, para Elvira Gutiérrez Rodríguez, pionera en el campo de la arteterapia en España, psicoterapeuta Gestalt y doctora en Bellas Artes, dibujar y colorear mandalas es, por lo tanto, una herramienta para interpretar nuestro mundo interior y conocernos mejor. “El Mandala es una ayuda visual para alcanzar ciertos estados mentales de calma e inducir a la meditación; dibujar un mandala representa la totalidad de una persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual”, dice.

El Mandala es una ayuda visual para alcanzar ciertos estados mentales de calma y meditación. Dibujar un mandala representa la totalidad de una persona a nivel físico, mental, emocional y espiritual

Tanto el hecho de hacer como de colorear un mandala también contiene valiosos significados simbólicos. Su dibujo se inicia siempre desde el centro del diseño, para luego avanzar gradualmente hacia afuera, una metáfora que representa cómo avanza la dirección de nuestra vida desde adentro hacia afuera. Según esta experta, las formas y los colores que escogemos se convierten en expresiones de nuestro ego, una forma de terapia de arte que permite el procesamiento de nuestras emociones y nuestro mundo interior a través de la creatividad.

Los mandalas pueden ser dibujados con lápiz, con rotulador o con un pincel para después colorearlos, también con los colores que tú decidas y quieras, porque todo tiene un significado. Existen infinidad de estilos y modelos de mandalas que puedes elegir según su tipología y formas, pero, al final, acabarás por escoger aquellos que más resuenen contigo, con los que te sientas más identificada en ese momento. Pueden ser diseños geométricos de animales, de paisajes, de flores, etcétera, pero también pueden ser creaciones efímeras, como hacer mandalas de arena, con piedras, u otros elementos de la naturaleza. Desde Colormandala.com te proponen una primera inmersión, por si quieres comenzar a dar tus primeras pinceladas de color on-line a un mandala, aunque también y, para empezar, con la ayuda de una regla puedes hacer tus primeras figuras geométricas para después diseñar y dibujar tu mandala como quieras, a través de mandalas para colorear.

Mandalas que liberan y sanan emociones

El proceso de creación de mandalas es tan importante como el simple hecho de ver el trabajo terminado, cuya intención de ambas etapas es centrar la mente y el cuerpo y, por eso, resultan ideales para entrar en la meditación, pero también se usan como una herramienta de sanación. Se ha demostrado en una investigación publicada en la revista científica Child and Adolescent Psychiatric Clinic, que la meditación en sí misma reduce el estrés, combate la depresión, reduce el dolor y disminuye la presión arterial. También puede estimular el sistema inmunológico y la liberación de melatonina, una hormona que se cree que retarda el envejecimiento celular y promueve el sueño. En el estudio, las personas que coloreaban mandalas experimentaron una profunda sensación de calma y bienestar, pero, sobre todo, también resultó ser una actividad muy beneficiosa para los niños.

“Los mandalas para colorear pueden ayudar a los niños a lidiar con sus emociones y hacer frente a las enfermedades. “En lugar de verbalizar sus sentimientos, muchos niños se expresan a través del color y el arte”, señala la autora del estudio y psicóloga Barbara Sourkes. Por otro lado, también es una práctica muy buena para las personas que quieren dejar de fumar. “Mientras coloreas mandalas, estás concentrada, tienes las manos ocupadas y eso te puede ayudar a aliviar el estrés y un momento de “mono” del tabaco, así que siempre puedes probar a llevar una libreta de mandalas y auto disciplinarte a realizar esta actividad y así relajarte cada vez que sientas la necesidad de fumar”, continúa.

Sin embargo, como todo en la vida, colorear mandalas no es una actividad apta para todo el mundo, porque hacer y colorear un mandala implica movimientos repetitivos, concentración, paciencia y, sobre todo, que te guste la actividad. Aun así, siempre es una actividad enormemente bonita y agradable.