¿Correr adelgaza?… No siempre

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En el tema de la pérdida de peso, como en tantas otras cosas, a veces nos dejamos llevar por las modas. Actualmente, se ha difundido mucho la idea de lo sano que es correr, y podemos observar cómo se llenas calle y parques de “runners”.

Es indudable que el ejercicio físico es muy saludable (si se realiza correctamente), pero muchos corredores aceptan como verdad absoluta que si corren van a perder peso, y que esa pérdida será mayor cuantos más kilómetros nos echemos a la espalda (o, en este caso, a las piernas). ¿Es eso correcto? ¿Correr es el camino infalible para adelgazar? Vamos a ver cómo eso no siempre es cierto.

Correr o comer… ¿Qué importa más?

A pesar de que el ejercicio físico (especialmente si es aeróbico) es fundamental para perder peso, la importancia de la ingesta calórica sigue siendo mayor, en una proporción de 3:1, según muchos expertos, al ahora de perder peso (en concreto, grasa). Así, quien cree que por correr puede comer el doble se equivoca totalmente.

Por otro lado, correr aumenta la musculatura del tren inferior, lo cual conlleva un aumento (saludable) del peso (“el músculo pesa más que la grasa”), de forma que, en ocasiones, podemos tener un aumento del peso perdiendo grasa y ganando músculo, lo cual es muy beneficioso, aunque no nos conduzca al objetivo “pérdida de peso”.

Por último, hay un concepto, el de la “adaptación”, que debemos considerar. Se ha descubierto que el cuerpo humano es tan eficaz que si lo acostumbramos a un mismo ejercicio de forma constante, termina por adaptarse y el consumo de energía, a la larga, es menor.

Correr haciendo cambios de ritmo adelgaza más

Por ello, frente a un tipo de carrera predecible, siempre en las mismas condiciones y ritmo, algunos entrenadores aconsejan, para perder peso, hacer cambios de ritmo frecuentes o, incluso, sobrecargas muy intensas (a máxima frecuencia cardiaca) durante periodos cortos, lo cual activa el metabolismo y lo mantiene elevado incluso durante horas después del ejercicio.

Un ejemplo de esto, si bien debería ajustarse a las condiciones físicas del corredor, podría ser hacer 4-6 series de 200 metros a máxima intensidad, descansando 5 minutos entre cada una de ellas.