Los relojes que llevan la historia de la aviación a tu muñeca

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Desde muy temprano, todos los aviones incorporaron en su tablero de instrumentos un cronógrafo. Para los pilotos era fundamental poder medir el tiempo a bordo durante sus vuelos. Era, y es, tan importante que enseguida entendieron que necesitaban un sistema de seguridad, un cronógrafo externo que pudiera suplir al sistema principal en caso de cualquier avería.

Múltiples pioneros de la aviación apostaron por Breguet para el control del tiempo de sus vuelos. La fábrica francesa empezó a desarrollar cronógrafos tanto para los tableros de mandos de los aviones como para las muñecas de los pilotos. De Japón a Estados Unidos sus relojes no dejaban de volar por el planeta. El mítico Concorde montaba un cronógrafo de Breguet entre sus mandos.

El gran éxito de los relojes militares Type XX hizo que pronto saltaran también a la vida civil.

Con todo el bagaje de su historia, hacia 1950 un concurso para fabricar los relojes de muñeca de los pilotos del Ejército del Aire francés se convirtió en el origen del Type XX, uno de los modelos más carismáticos de Breguet. Varias empresas compitieron y obtuvieron contratos, así que varias marcas fabricarían los Type XX. Las marcas seleccionadas para los contratos públicos también podían vender los relojes a clientes privados. Así es como nacen los Type XX militares y los Type XX civiles. En 1954 se entregaron las primeras 1.100 unidades que satisfacían las numerosas necesidades del ejército francés: una esfera negra con números y agujas luminiscentes, un movimiento de alta calidad resistente a los cambios de presión y aceleración, un bisel giratorio y, por supuesto, una función de «flyback», entre otras.

Un nuevo movimiento

Han pasado casi 70 años (y algunas generaciones de esta colección) y los nuevos Type XX, en sus versiones civil y militar, siguen cumpliendo con estas exigencias. Por supuesto, la tecnología relojera ha avanzado y Breguet deseaba desarrollar un calibre nuevo para incluir todas las innovaciones en el corazón de los nuevos relojes de la saga: el calibre 728 para la versión civil y el 7281 para el reloj militar.

Un fondo de cristal de zafiro permite disfrutar de la maravilla que anima los nuevos Type XX de Breguet. Este movimiento incorpora todos los mecanismos de los cronógrafos más modernos, como la rueda de pilares, el embrague vertical, la frecuencia de 5 Hz y un innovador sistema de puesta a cero. El silicio es el material elegido para componentes tan importantes como la espiral, la rueda de escape y las asas del áncora. ¿Se podía haber hecho en otros materiales? Sí, pero el silicio es resistente a la corrosión y al desgaste además de que no se ve afectado por los campos magnéticos.

La sensación de accionar cualquiera de los pulsadores marca una diferencia en favor de Breguet. La suavidad al presionarlos se transmite a unas agujas que comienzan a volar sobre las esferas sin saltos ni brusquedades. Sin mirar el reloj sería imposible percibir si han iniciado su camino circular.

La reserva de marcha de estos Type XX de Breguet alcanza las 60 horas. El incansable proveedor de energía es el barrilete, equipado con un muelle de alta densidad energética que convierte a estos relojes en máquinas infatigables.

Para surcar los cielos o volar alto cada día

El gran éxito de los relojes militares de las primeras series del Type XX hizo que pronto saltaran también a la vida civil. En honor a esa historia nacen las referencias 2057 (militar) y 2067 (civil).

El Type 20 Chronographe 2057 se inspira directamente en esas 1.100 unidades pioneras entregadas al Ejército del Aire Francés, empezando por la nomenclatura, en números arábigos, en lugar de los tradicionales números romanos. Su esfera negra presenta, por supuesto, un corte más moderno, con las cifras también en números arábigos y un tono verde menta enmarcado en elementos luminiscentes, igual que todas las agujas. El cronógrafo se divide en dos áreas: la de los 30 minutos, imponente, situada a las tres, y la del segundero, más discreta, a las nueve. Completa la información un recuadro para la fecha situado en diagonal, a la altura de las cuatro y media.

La versión civil retoma la nomenclatura habitual de la serie. Su nombre completo es Type XX Chronographe 2067. También sobre una elegante (y funcional) esfera negra, sus números y agujas se dibujan con un tono beige y están recubiertas por un material luminiscente de color marfil. En este caso son tres las esferas que conforman el cronógrafo montado en su caja de 42 mm: Contador de 15 minutos a las tres, de doce horas a las seis y segundero a las nueve. Como su hermano, la fecha aparece a las cuatro y media.

Lo que comparten ambas referencias es la posibilidad de adecuarse al uso que se requiera de ellas cada día. No es igual una reunión de trabajo que una cena informal. Por ello cada reloj se presenta con dos correas, para que elijas cuál necesitas cada día. Las correas, de piel de becerro y tela NATO negra, con más opciones de colores en el futuro, se intercambian en unos segundos sin necesidad de ninguna herramienta.

Si quieres puedes cronometrar cuánto tardas en hacer el cambio. Cualquier excusa es buena para sentir el placer de poner en marcha estas máquinas tan llenas de historia. Y tan perfectas.