Todas las claves para empezar a correr si tienes sobrepeso

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Muchas personas empiezan a correr cuando su objetivo es perder peso. El problema es que cometen una gran cantidad de errores que les hacen abandonar relativamente pronto o que perjudican en gran medida sus resultados.

Por ese motivo, vamos a enseñarte siete consejos que necesitas conocer antes de empezar a correr si padeces sobrepeso.

No empieces corriendo

Un gran error en el que caen muchas personas es empezar corriendo directamente.

En primer lugar, pregúntate si eres capaz de recorrer andando sin problemas la distancia que ibas a recorrer.

En caso de que te sea posible hacerlo, empieza caminando entre cinco y diez minutos para entrar en calor y a partir de ahí ve aumentando poco a poco el ritmo hasta que puedas terminar el recorrido.

Trata de perder peso

El hecho de cargar con mucho peso puede ser bastante perjudicial para tus articulaciones, además de que puede lastrar mucho tu rendimiento.

Para perder peso no solo puedes correr sino que también tienes otras actividades disponibles como la natación, las rutas en bici, o las bicicletas elípticas, que pueden permitirte hacer ejercicio y quemar calorías sin necesidad de sufrir impactos.

Cuida tu alimentación

Aunque te pueda parecer que esto no tiene mucho que ver con el tema de correr la realidad es bastante distinta.

La alimentación es un factor crucial a la hora de perder peso, y si no la tienes en cuenta será muy complicado que lo consigas, ya que tiene un alto grado de importancia.

Además, la alimentación repercute directamente sobre tu rendimiento, así que no elimines de la noche a la mañana todos tus carbohidratos ni lleves a cabo déficits calóricos demasiado agresivos.

Aprende a correr

Solo hay una cosa peor que correr teniendo que cargar mucho peso, y es correr mal teniendo que cargar mucho peso.

Una buena técnica de carrera implica mantenernos erguidos pero con la columna neutra y la espalda relajada, utilizar los brazos para ayudarnos, evitar que el cuello se desplace hacia delante, y en definitiva, evitar todos los movimientos que no nos hagan avanzar en horizontal.

Sé realista con tus objetivos

Es muy importante que aceptes que no vas a conseguir resultados asombrosos de la noche a la mañana y sin esfuerzo.

No te desanimes, porque con esfuerzo y dedicación puedes conseguir grandes resultados, pero tampoco pienses que los resultados vienen solos porque la realidad es muy distinta.

Además, ten en cuenta que la mejora en estos casos no suele ser lineal, y que tendrás días mejores y días peores, pero al final quien gana es quien no abandona.

Dale a tu cuerpo un respiro

No es necesario ni aconsejable que empieces entrenando todos los días, porque de hecho esto puede interferir bastante con la adherencia al plan.

Al principio puede que tres días por semana sean suficientes, y con el tiempo puedes ir aumentando el esfuerzo progresivamente hasta conseguir entrenar todos los días en caso de que quieras y puedas hacerlo.

Mejor muchos pocos, que pocos muchos

Si algún día notas que puedes aguantar corriendo mucho más tiempo de lo normal o de lo que tenías en mente no es recomendable que lo hagas, porque si lo haces puede que pongas en riesgo tu recuperación y puede que perjudiques tus entrenamientos futuros perdiendo más de lo que puedes ganar.

Es preferible que todos los días avances un poco porque tendrás bastante margen para recuperarte, a que entrenes pocas veces a la semana haciendo sesiones muy exigentes.